Friday, March 5, 2010

DOS CHILES. Reflexiones después de una catástrofe

El temblor de grado 8.8 de la escala Richter que azotó a Chile dejó al descubierto a los ojos del mundo que en verdad hay dos Chiles bien diferentes DOS CHILES uno el civilizado y el otro el inconsciente, el de los saqueadores. Hay DOS CHILES también afectados en forma diametralmente opuesta por un temblor, ése el de las viviendas en pie y el otro el de las derruidas. Las construcciones que no resistieron el embate sísmico parecen haber sido ya muy viejas o haber sido construidas en los últimos 35 años sin seguir el código de construcción asísmico.

Desde afuera al recién saberse lo de terremoto el día Sábado dió gusto ser chileno, las medidas eran las correctas, movilizando enfermos fuera de hospitales santiaguinos hacia otros centros de atención, desocupando camas para atender a heridos, entrando en conversaciones para que las cadenas de supermercados abrieran sus puertas para distribución gratis de comida y así dando tiempo para que hubiese posibilidades de reabastecimiento; el Domingo viendo a carabineros permitir que las gente sacara leche y perecibles de súper mercados, en Concepción , daba gusto ser chileno, PERO ahí se abrió paso al saqueo. ¿Cómo es posible que una persona que sufre en carne propia una catástrofe en vez de solidarizarse con sus pares, se convierta en predador?

Viendo el saqueo en Haití después de su reciente sismo y el que ocurrió en Los Ángeles, California hace ya 17 años a consecuencia de la golpiza, en manos de la policía, de un ciudadano negro y de tantas otras imágenes que hemos visto del comportamiento ciudadano en situaciones de estrés colectivo, es evidente que hay que contar con una fuerza de orden público que sea respetada. Pero el respeto sólo se gana en el día a día y contando con una ciudadanía que percibe que es tratada con ecuanimidad.

En verdad esta catástrofe deja al descubierto lo que somos y nos debe hacer reflexionar:
Ciertamente hay que mejorar sistemas de alerta y construcción asísmica; investigar por ejemplo porque no funcionaron alarmas de maremoto (En forma satelital y con uso de generadores independientes en tierra en principio cualquier maremoto podría ser detectado). Tengo entendido que en Juan Fernández se salvaron muchas vidas gracias al operador de turno que detectó la aproximación del maremoto en forma VISUAL.
Ciertamente hay que abrir una investigación del porque obras públicas y privadas que debieron sostenerse sin fallas estructurales se vinieron abajo. Quien fue aceitado y quien aceitó deben pagar, por igual, las consecuencias. ESTA CONDUCTA, que no parece agresiva, ES TAN CRIMINAL O MÁS QUE ÁQUELLA DE LOS SAQUEADORES. Si así lo desea el nuevo gobierno podría agilizar estas investigaciones.
Hay dos Chiles y de alguna manera hay que unificarlo. Esa unidad se puede lograr si cada nacional se siente parte integral de su sociedad, en fin siente que las oportunidades existen y que ello conlleva a una cierta seguridad económica y a un crecimiento de índole personal.
Hay en verdad dos Chiles pero no hay mayor diferencia entre la Concertación y la Alianza, sus dos coaliciones políticas. Lo cierto es que para que exista un Chile sin postergados necesitamos una nueva formulación política.
En lo inmediato la meta de todos debe ser la de ayudar a nuestros connacionales que sufrieron el embate de esta catástrofe.